miércoles, 12 de enero de 2011

CONCEPTOS EQUIVOCADOS

Sigo vivo. Estos días pasados de fiestas, los quehaceres tanto profesionales como personales y el ingreso de mi padre, me han tenido un poco mucho liao. Esto no quiere decir que haya estado desconectado y que no haya dejado de seguir mis blogs favoritos. Espero que nadie me haya echado mucho en falta, aunque ya el amigo Yuntero me ha sacado tarjeta amarilla… pos ya estamos otra vez liándonos el capote de paseo Yuntero.

Durante este letargo bloguero, he estado leyendo cositas por ahí. En algunas he comentado y en otras sinceramente no me ha dado tiempo. Pero si me he dado cuenta de que a muchos de los que nos gusta esto del toro, quizás nos estamos equivocando en conceptos. Cierto es que siempre lo hacemos con la vista puesta en mejorar todo aquello que rodea a la fiesta, pero al fin y al cabo creo que estamos confundiendo términos. No voy a ser yo el que corrija a nadie ni tampoco pretendo que mi opinión sea la panacea de la tauromaquia, pero al fin y al cabo es mi modesta opinión, que de hecho puede ser tan equivocada como cualquier otra.

Hace poco que he oído a un ganadero decir que su objetivo es conseguir la “toreabilidad” en sus toros… ¿…?. ¿Toreabilidad? ¿Pero qué es eso?. Creo que quiso decir nobleza, pero si me dices que buscas en tus toros que tengan Casta, bravura, fijeza, fuerzas y en el último caso, nobleza…admitimos pulpo como animal de compañia, pero ¡toreabilidad!. Ante esta declaración, que la podían haber hecho el 90% de los ganaderos actuales, surge una corriente de críticas que asocian este tipo de conceptos con las figuras del toreo actual y la forma que tienen de concebir el toreo dichas figuras. Entre estos que critican me incluyo yo mismo, que conste. Mi forma de ver el toreo es otra.

Pero también me gusta enjuiciar y valorar lo que estoy viendo cuando voy a los toros, que por otro lado voy poco. El toreo es cosa de dos, de toro y torero por este orden. Y pienso que el que se pone delante de un toro se tiene que adaptar al toro y no al revés. Dicho esto, si sale el bravo y encastado (que es lo que echo de menos) me gusta ver toreros que le den su lidia correspondiente y que se vean los toros en el caballo. Si si, ese señor del castoreño montado en lo alto de una jaca pecherona. Esos que últimamente solo dejan caer la puya para dejar mera constancia. Pues eso, que se pongan los toros en el caballo como Dios manda, una, dos o siete veces si hace falta, pero no en un monopuyazo eterno y cerrando la salida. Y luego, que se lidien como se debe a un toro bravo: enganchando delante, bajando la mano y rematando atrás. O lo que es lo mismo, pudiéndole.

Al manso que se le dé la lidia de manso, pero que se le dé, y que no me lo dejen ir vivo a los corrales por favor. Cuanto más se abrevie mejor. Y al tonto de la pandereta, que va y viene sin transmitir a los tendidos (que es lo que más sale últimamente por la puerta de chiqueros… ¡ay la toreabilidad!) pues le hacen ustedes lo que les dé la gana, que mientras que el tío de las pipas ande por el tendido… a mi plin. Es mi forma de ver esto. ¿Equivocada?... seguro. Pero yo la veo así.

Pero siempre el toro. El toro como factor principal. Porque para todos, para el bravo, el manso y el tonto de la pandereta existe una manera de hacer las cosas. O lo que es lo mismo, una técnica para lidiarlos. Lo malo es cuando usamos el concepto “técnica” para el tonto de la pandereta y llamamos a aquellos que solo matan esto “toreros técnicos”. Todos los toros tienen su lidia y por inri, todos los toreros son artistas que utilizan una técnica u otra en función de lo que tengan delante. Otra cosa es lo que nos guste. Pero no podemos exigir que a todos los toros se les baje la mano como si fuesen todos de indulto. Ojalá.

Hace poco asistí a un tentadero con dos matadores de toros. Salió una vaca que tras sacarla del caballo después de cinco o seis puyazos, la pobre no se podía mantener en pie. No sé si seria por enfermedad o por lo que se le exigió porque gorda estaba como ella sola, pero lo cierto y verdad es que uno de esos matadores no fue capaz de darle un muletazo. Y mira que el animal quería más que podía, pero cada vez que el este señor le bajaba la mano, como es normal, el animal a el suelo. Ante este contratiempo, y antes de echar el animal al campo, un chaval que estaba en la tapia como aficionado pidió al ganadero poder salir a intentarlo. En cuanto este chaval le aguanto la mano a media altura y la templo un poquito, aquello no volvió a dar con sus costillas en el suelo.

De acuerdo que no es faena para cortar dos orejas y rabo en cualquier plaza, pero ante aquello solo me quedo felicitar a aquel chaval. ¿El hecho de darle lo que necesitaba aquella vaca y subirle la mano lo hace menos torero? ¿Preferimos ver a un toro constantemente por los suelos a utilizar la “técnica del enfermero”?. Yo lo tengo claro. Quizás no suelte el paquete de pipas para coger el pañuelo blanco, pero seguro que tampoco voy a criticar a un torero por esto porque creo que hace lo correcto.

En fin, son formas de verlo. Nada más. Por cierto, estoy colaborando en una radio local de Huelva, Radio Hispanidad, con un programa de toros que se llama Temple y Pureza y que se emite en directo todos los martes de 7 a 8 de la tarde. Ya se que no soy Molés ni lo pretendo ser (Virgencita, Virgencita que me quede como estoy), pero por lo menos ayudamos en lo que podemos para crear afición (o por lo menos eso es lo que se pretende). Lo podéis seguir on-line pinchando aquí. Ya os contaré y os presentaré más adelante y más extensamente quienes son los “artistas” que forman parte de esta pequeña familia.

Un saludo.

Fotos: Melchor, uno de los artistas.

12 comentarios:

  1. El término es que tiene su guasa.
    Toreabilidad...!

    Has dicho de la vaca: siete puyazos, quería más que podía.

    Yo digo:
    Perdonaría todo siempre por ver siete veces un Toro en el caballo, aunque llegado ese momento, quisiera más de lo que pudiese.

    De todas formas equilibrio, pero con Toro al que además de bajarle la mano, se le haya podido, dominándole la fiereza -si es que la tenía- y de ahí sacar la nobleza; se le hayan elegido los terrenos adecuados, bien dándole los suyos, o bien despistándolo para quitarle peligro, sin pretender engañar al público (caso de aquellas faenas en las que no se puede con el Toro y se lo llevan a tablas para darle los adentros con cuatro banderazos, incluso tirando la ayuda a la arena, que por otra parte de no llevar el estoque, es lo que se debe hacer, para lo que sirve...

    Has hablado de siete puyazos señor...!¿Dónde se produce el milagro?

    Yuntero

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  2. Además de leerte empezaremos a escucharte, Marín. Eres un parto bien aprovechao.

    Eso de la toreabilidad es un cuento que no se quien se inventó, pero que le ha salido bien, porque es el adjetivo que el noventa por ciento de los ganaderos buscan en sus productos. Un amigo mio, que tiene un labrador -hermano del mío, que se llama Morante- dice que por esa regla de tres, y porque su perro es muy noble y te lame la mano, tendría que ir diciendo que tiene "perribilidad".


    Lo de la faena enfermero, yo lo veo igual mientras sea en un tentadero. Ahora bien, si es en la plaza, para mi lo correcto es en cuanto se ve que el animal no tira ni con su alma coger el estoque y ahorrarle penurias. Al bicho y a los del tendido.


    Saludos

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  3. Bueno Antonio, a mi tampoco me gusta ver a un animal medio renqueante en una plaza. Prefiero que abrevien. Pero tambien quiero a alguien que demuestre que el animal no puede. Al menos con una tanda utilizando dicha tecnica. Es que despues vemos a Morante coger la espada rapidito con algunos toros... y encima le silbamos. O le silban.
    En realidad creo que sabes a lo que me refiero.
    Un saludo.

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  4. Ya ves que me pongo las pilas con tus "toquecitos" Yuntero. Pues mira si, se dan hasta seis y siete puyazos en los tentaderos. Y no te creas que es tan inusual. Si quieres te mando una relación de ganaderias, solo en la provincia de Huelva, donde se dan todos esos a las vacas.
    Un saludo y gracias por tu colaboración una vez mas.

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  5. Marín:
    Si siempre agrada verte por aquí, ahora mucho más, eso quiere decir que la cosa va pa'lante.
    Estoy de acuerdo en todo lo que dices y envidio esos siete puyazso. Ya me gustaría ver a un torero en labores de enfermero, después de siete puyazos. Pero esto es algo que tampoco se tendría porque dar en una plaza, excepto en las corridas concurso. Y es que ahí está la sabiduría y el conocimiento del torero para saber MEDIR el castigo, algo fundamental en la tauromaquia de hace años. Pero claro, es que al toro había que medirle en tres puyazos como poco, teniendo en cuenta la colocación, la prontitud y forma de empujar del toro, bueno lo que todos conocemos y añoramos. Ahora como los toros ya salen "medidos" de toriles y picados, nada tiene sentido.
    Me encanta lo de perribilidad que apunta Antonio.
    Lo de oirte me parece una pasada, lo único que me gustaría saber es si pondrás un enlace en el blog para poderte oír en otro momento, porque hay ahí un pequeño problema de compatibilizar horarios de niños y toros. Seguro que lo vas a hacer muy bien, solo con hablar de lo que sabes y sientes, tienes muchas cosas interesantes que decir.
    Un abrazo

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  6. Creo que encajaras muy bien en ese programa de radio pues la reflexiones que haces sobre los toros y su mundo están muy pensadas y argumentadas como este post que tiene mucha "verdad" entre sus lineas, lo malo es que se te ve mucho el plumero con Morantes jajajaja Un abrazo Genio y no nos dejes con estos lapsus de tiempo

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  7. Gracias por estar siempre ahí Enrique. Creo que he dicho ya por activa y por pasiva lo que significa para mi como aficionado la suerte de varas. Me gustaba ver a Espla con los Cuadris porque era el unico torero que exhibia a los toros en el caballo como a todos nos guasta: de menos a mas. Eso, desgraciadamente, se ha perdido.
    Con respecto a el enlace, ya lo habia pensado, pero tengo que preguntar en la emisora si disponen de esa oportunidad. Ten por seguro que lo tendré en cuenta.
    Un abrazo Enrique y gracias de nuevo.

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  8. ¿Se me nota mucho lo de Morante Antonio?... ja ja ja, pues no veas con José Tomás.
    Yo creo que en el programa estoy de relleno quillo, porque los que estan conmigo allí tienen mas soltura que yo pa´esto y estan mas curraos que yo. Yo soy mas cortito y me pongo de los nervios. Pero lo que si es cierto que mientras pueda aportar mi granito de arena intentaremos estar ahí. Todo sea por la fiesta, por nuestra fiesta.
    Un saludo campeon y cuidame a Carmen, los chavales y a la Lola.

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  9. No me gustan los toreros periodistas. Creo que son dos actuaciones que para nada vienen a complementarse. Son dos perspectivas distintas. El periodista debe ver los toros, bajo el punto de vista del aficionado, que es quién debe ir dirigida su crítica o comentario.

    En tu enjundia como torero, inevitablemente unida a la de aficionado, creo que prevalece la de aficionado, sin que ello haya de ir en detrimento del elevado concepto del que como torero puedas sentir, dichoso tú.

    Pon cuidado, con que tus cabeceras de cartel, que si serán periodistas, no intenten taparse contigo, de forma que las irresponsabilidades que cometan, caigan sobre tus espaldas.

    No soy nadie para dar consejos, tan sólo te ruego lo admitas como una apostilla de alguien que dió sus primeros pasos en la radio, que permitió que cogiesen nombre los trincones amparados en el buen manejo del concepto del Toreo que uno, aunque joven y adquirido, ya poseia.

    Despues en cuanto se hicieron hueco, a prostutuirse como meretriz, por cuatro "chavos de chavillo".

    De todas formas lo que te deseo es mucha suerte. La radio es muy bonita. Al oyente se le quedan grabadas las palabras más que al lector; aunque siempre prevalece la palabra escrita.

    La posibilidad de enlazar, fuera de horario de emisión que te sugiere Enrique, es muy interesante.

    Gil de O.

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  10. Gracias por los consejos Gil de O.. Creo que llevas razón en lo que dices pero no me preocupa la radio ni me quita el sueño. Solamente voy a colaborar y todos los que estamos allí vamos con ningun tipo de interes. Simplemente nos gusta esto y ayudamos en lo que podemos.
    Nunca me deje encauzar por nadie. Si hubiese sido así, a lo mejor hubiese toreado mas de lo que he toreado. Pero siempre he dicho que si me equivoco me gusta equivocarme yo solo.
    Un saludo y gracias por tu aportación.

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  11. Marín, como Moles seguro que no. Tú citas jaja Por lo que nos conocemos leyéndonos, Temple y Pureza definen bien tu carácter.

    Efectivamente, el toreo es cosa de dos, como el baile y el amor. Y creo que se pueden enjuiciar las cosas con mesura y razonándolas, sin perder la firmeza de los argumentos, como haces en esta entrada.

    Me alegro mucho de leerte de nuevo. Es muy buen síntoma. Un abrazo.

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  12. Hola amigo,me alegro que tu papá ya esté recuperado .Gracias por ti visita ,sabes que siempre me alegra el verte por nuestro blog
    Te he enviado un correo,espero te guste
    Recibe mi cariño y besos para la familia

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