Foto: Emilio Mendez via Burladero.com |
Es la cantinela ya tradicional de las peñas de los tendidos de sol en la plaza de Pamplona, y como dice el estribillo de la ranchera del Mexicano Vicente Fernandez, Pablo Hermoso de Mendoza sigue siendo el rey.
Tengo que confesar que los rejones ultimamente me dan pavor. Hay un elenco de rejoneadores actualmente que se dejan llegar muchisimo los toros, y cuando veo a un caballo perder las manos y caer a merced de un toro... no sé donde meterme. Se me vienen de repente muchos nombres: "Xellín", "Pata Negra"... y un largo etc. Y eso me pasó ayer cuando hablaba por telefono con el gran Diego Cervera y vi perder la manos en el primero de la tarde a "Disparate". Afortunadamente, ni al caballo ni a Pablo les pasó nada, pero lo paso muy mal.
Ayer Pablo jugaba en casa, y como es constumbre estuvo en maestro toda la tarde, como un torero que debería pasar con letras de oro a la historia del rejoneo acompañado por muchos de los nombres de su cuadra. En su primero estuvo cumbre a dos pistas con "Chene"l en banderillas, espectacularmente cambiando por los adentros con este castaño. Arriesgo muchisimo con "Ícaro" y falló con el rejon de muerte a lomos de "Pirata". Se le fueron las dos al navarro.
En el cuarto atragantó con el bocadillo a mas de uno parando con "Barullo". Lo bordó con "Van Gogh" con quiebros en terrenos imposibles, exponiendo hasta el punto de tocar mucho al caballo. Nombre de artista para otro artista. Piruetas en la misma cara del toro con "Manolete", y para rematar aquella locura volvió a echar mano de "Pirata", con el que colocó un par de banderillas cortas a dos manos antes de matar de un rejonazo. Esta vez si que no se le escaparon las dos orejas.
Sergio Galán con Ojeda. Foto: Emilio Mendez via Burladero |
Roberto Armendáriz no tuvo suerte con el primero, y con el sexto, un zambombo de 653 kilos, arriesgó todo con "Delirio" y posteriormente con "Zamorino" en un tercio de banderillas en el que acortó muchísimo las distancias y batió muy de frente. Mato de un rejonazo y le cortó las dos orejas al toraco. Al final, dos navarros por segundo año consecutivo por la puerta grande de Pamplona.
Marín:
ResponderEliminarHablas de lo de dejarse llegar el toro muy cerca. Quizás sea algo para valorar, pero a raíz de eso permiten que les toque demasiado el caballo,en exceso para mi gusto, quizás abusando de que los pitones están recortados, lo que no impide que ocurran accidentes desafortunados. No voy a decir que tenían que torear en puntas, que lo prefiero, pero sí que podrían torear con más limpieza y muchos menos enganchones.
Un abrazo
Enrique:
EliminarEs eso precisamente a lo que me refiero. Yo no soy partidario de los toros en puntas para rejones, porque los que lo sufririan serian los caballos. Pero es que sufro mucho cuando veo a un caballo panza arriba y el toro hacia el. Tienes toda la razón del mundo en lo de la limpieza y los enganchones.
Un abrazo.