EL VALOR DE LOS PREMIOS

El torero siempre sueña con recoger un premio de una feria importante ante un local lleno de gente aficionada, señal de que aquella faena, aquella estocada, aquel par de banderillas o aquel puyazo fueron excelentes. Mas que por el premio, pienso que es por la labor bien cumplida en tu quehacer diario.

Pero la vida me esta enseñando que hay premios que aunque te los entreguen en la calle, junto a tu coche, sin salón lleno de aficionados, y de la mano de una gran persona y amigo... llenan mucho mas que el mayor reconocimiento público.

Hace un par de semanas me dieron uno de este tipo. Fue una persona a la que relativamente conozco de poco, pero que tiene una transparencia tan infinita en su forma de mirarte y hablarte que sabes que aunque siendo bravo y encastado como pocos, su nobleza le va a impedir darte un cornalón rastrero a la primera de cambio como hacen muchos otros con los que llevas mas tiempo lidiando.

Se llama Juan Benitez, y tiene el orgullo de hacer cada año el paseillo cuatro veces en la plaza de la Merced de mi Huelva querida durante las calurosas tardes de agosto en Colombinas. Y es que mi amigo Juan abre todas las tardes plaza por ser el Alguacilillo de la Merced en Huelva. Además, Juanito como le llamamos en la radio, es un gran aficionado a el caballo aparte de los toros, y como habréis podido deducir, un componente mas del programa de radio que hasta ahora hacíamos en Hispanidad Radio.

Pero Juan aparte de todo esto es un autentico artista, que lo mismo le da dos orejas y un abrazo a José Tomás o Morante en el ruedo, que lo mismo se te presenta un día con el obsequio que veis en la foto. A sabiendas de lo Cuadrista que soy, me regalo hace un par de martes esta monería que os presento en la foto. Para mi fue de lo mas bonito que me regalaron nunca, no solo por el sentimiento puesto en ello, sino por el trabajo que hay detrás. Esta todo hecho a mano por Juan y su padre, los cuales son tan aficionados a esto, que te lo hacen de la ganadería que quieras. Pero lo que mas asombra aun es que los dos tienen su trabajo y sus quehaceres personales, y que saquen tiempo a su familia para hacerte algo así... no tiene precio. Y de las palabras de la dedicatoria ya ni os cuento.

UN MILLÓN DE GRACIAS JUAN. Porque de este regalo y precisamente de tus palabras en la dedicatoria saco la conclusión de que siempre estuve en la senda correcta por mucho que me equivoque en la vida. Que para ser torero hay que serlo tanto dentro como fuera de la plaza, y que dentro no pude pero fuera estoy en ello aunque me quede mucho por aprender. A mi ese día me sobraron el salón lleno de gente aplaudiendo y un montón de palmaditas en la espalda, pero fui feliz como el que mas. En mi casa primero, y en el Retoñal cuando este acabado, tendrá un sitio preferente. No lo dudes.

GRACIAS COMPAÑERO.