Hace mucho tiempo que vengo escuchando y soportando a mucho “soplagaitas” con el tema de que los taurinos no tenemos piedad de los animales. Lean bien la frase anterior porque digo soplagaitas y no anti-taurinos. Vuelvo a repetir por yo no se cuanta vez, que tengo una excelente relación con muchos anti-taurinos. Relación de la que me siento orgulloso y llevo a gala por donde quiera que vaya, porque es una relación desde el respeto y la tolerancia. Ellos me manifiestan su forma de pensar y de ver al toro, y yo les doy la mía. Sin más. En algunos puntos estamos de acuerdo y en otras no, pero no media el insulto. El ejemplo mas claro lo tengo en Manuel Rubiales, el cual sabe que le profeso una gran admiración. Lo otro, lo de los soplagaitas, me sobra. Y los hay anti-taurinos y taurinos (que también hay algunos que tienen guasa).
A lo que voy. A todos aquellos que dicen que no tenemos piedad de los toros, quería dejarles una historia que a mi me ha resultado fascinante. Sigo sin querer convencer a nadie. Yo no soy ni político, ni filosofo, ni me interesa ir al Parlamento catalán, solamente soy un enamorado del toro bravo y de los animales. La historia parte de Lucia Fraile, ganadera de toros bravos en tierras Salmantinas. Propietaria de la ganadería del Puerto de San Lorenzo cuyos toros pastan principalmente en la finca “Puerto de la Calderilla”, en el municipio de Tamames (Salamanca). Pues bien, a Lucia se le ocurrió la brillante idea de crear un blog para compartir con todos nosotros el nacimiento de un becerro. Lo que no sabia Lucia era la odisea que iban a pasar con ese becerro, y la repercusión que ese becerro y su historia podrían y pueden causar en mucha gente que no tiene esto muy claro.
Os voy a ir desmenuzando la historia:
La vaca “Niñosa” marcada con el numero 84 esta a punto de parir. Cuando Niñosa trae al mundo a su becerro, el temporal de lluvia arrecia también en el campo charro y la muerte avanza silenciosa entre las encinas y tapias del cercado. El becerro viene al mundo en medio del frío y del agua, y su frágil cuerpo lucha solo por la vida, terriblemente solo. Si el becerro no entra el calor y se pone en pie para poder alimentarse de los calostros de la madre, va ha tener complicado la supervivencia. Lucia y su gente de confianza, o sea los verdaderos filósofos del toro bravo, desafían a la lluvia e intentan disuadir a la vaca para intentar poner en pie al becerro. Este tirita demasiado, y ante su falta de fuerza, deciden pasar a la acción. Van a casa a buscar un preparado de calostro para administrárselo al becerro y también a coger un poco de sal gorda….
Muchos os preguntareis para que sirve la sal gorda. Pues la sal gorda se utiliza para rociarla sobre el becerrito y así de esa manera su madre al lamer la sal, le de calor con su lengua. Consiguen darle un tubo de calostro al becerro, le rocían la sal y… ¡¡ pies pa´ que os quiero!! que la vaca se acerca!!… por fin la vaca empieza a lamer y a calentar al becerro. Este intenta levantarse, pero esta demasiado débil y no puede. Entonces Lucia decide llevárselo a casa para alimentarlo y devolvérselo a su madre en cuanto coja fuerzas.
En casa le preparan unas mantas al lado de la caldera de calefacción. La situación no es muy esperanzadora, pero Lucia y su gente siguen luchando. Le vuelven a dar más calostro para que recupere fuerzas. Le secan también el pelo hasta con secador, pero el becerro cada vez parece estar más perdido y derrotado. Por cierto, es macho. “Niñoso”, como su madre, será su nombre si sale de esta.
Pero resulta que todo en la vida da sus frutos. Por la tarde, cuando parece que ha cogido calor y fuerzas, lo intentan poner de pie y… ¡Niñoso empieza a querer vivir!. Al día siguiente, cuando coja mas fuerza, se lo devolverán a su madre y a la dehesa.
Este es el triunfo de la gente que REALMENTE AMA AL TORO BRAVO. Una gente de la cual todavía hay algunos “papas fritas” o “descerebrados” que intentan tacharnos como “asesinos”. Según la propia Lucia Fraile, este es el Niñoso de todos. Hemos contado en estas crónicas “cómo el pequeño Niñoso nace en el día más lluvioso del año y es milagrosamente resucitado”. Lo fácil hubiese sido no exponerse a la lluvia, a coger una pulmonía jodida y haber dejado que la naturaleza siguiera su paso. Niñoso hubiese sido una cifra mas en la lista de bajas que está causando el temporal en nuestro país. Pero resulta que todavía existen personas que se preocupan VERDADERAMENTE por el toro, y no necesitan IMPONER nada a nadie, ni ir a ningún "Parlament" para prohibir nada. Su dedicación y su convicción les basta.
Os invito a que sigáis la historia (aquí) contada de primera mano de su autora. Yo me quedo con esto. Lo demás, es todo populismo barato, falso e hipócrita. Gracias Lucia. Gracias Niñoso.
A lo que voy. A todos aquellos que dicen que no tenemos piedad de los toros, quería dejarles una historia que a mi me ha resultado fascinante. Sigo sin querer convencer a nadie. Yo no soy ni político, ni filosofo, ni me interesa ir al Parlamento catalán, solamente soy un enamorado del toro bravo y de los animales. La historia parte de Lucia Fraile, ganadera de toros bravos en tierras Salmantinas. Propietaria de la ganadería del Puerto de San Lorenzo cuyos toros pastan principalmente en la finca “Puerto de la Calderilla”, en el municipio de Tamames (Salamanca). Pues bien, a Lucia se le ocurrió la brillante idea de crear un blog para compartir con todos nosotros el nacimiento de un becerro. Lo que no sabia Lucia era la odisea que iban a pasar con ese becerro, y la repercusión que ese becerro y su historia podrían y pueden causar en mucha gente que no tiene esto muy claro.
Os voy a ir desmenuzando la historia:
La vaca “Niñosa” marcada con el numero 84 esta a punto de parir. Cuando Niñosa trae al mundo a su becerro, el temporal de lluvia arrecia también en el campo charro y la muerte avanza silenciosa entre las encinas y tapias del cercado. El becerro viene al mundo en medio del frío y del agua, y su frágil cuerpo lucha solo por la vida, terriblemente solo. Si el becerro no entra el calor y se pone en pie para poder alimentarse de los calostros de la madre, va ha tener complicado la supervivencia. Lucia y su gente de confianza, o sea los verdaderos filósofos del toro bravo, desafían a la lluvia e intentan disuadir a la vaca para intentar poner en pie al becerro. Este tirita demasiado, y ante su falta de fuerza, deciden pasar a la acción. Van a casa a buscar un preparado de calostro para administrárselo al becerro y también a coger un poco de sal gorda….
Muchos os preguntareis para que sirve la sal gorda. Pues la sal gorda se utiliza para rociarla sobre el becerrito y así de esa manera su madre al lamer la sal, le de calor con su lengua. Consiguen darle un tubo de calostro al becerro, le rocían la sal y… ¡¡ pies pa´ que os quiero!! que la vaca se acerca!!… por fin la vaca empieza a lamer y a calentar al becerro. Este intenta levantarse, pero esta demasiado débil y no puede. Entonces Lucia decide llevárselo a casa para alimentarlo y devolvérselo a su madre en cuanto coja fuerzas.
En casa le preparan unas mantas al lado de la caldera de calefacción. La situación no es muy esperanzadora, pero Lucia y su gente siguen luchando. Le vuelven a dar más calostro para que recupere fuerzas. Le secan también el pelo hasta con secador, pero el becerro cada vez parece estar más perdido y derrotado. Por cierto, es macho. “Niñoso”, como su madre, será su nombre si sale de esta.
Pero resulta que todo en la vida da sus frutos. Por la tarde, cuando parece que ha cogido calor y fuerzas, lo intentan poner de pie y… ¡Niñoso empieza a querer vivir!. Al día siguiente, cuando coja mas fuerza, se lo devolverán a su madre y a la dehesa.
Este es el triunfo de la gente que REALMENTE AMA AL TORO BRAVO. Una gente de la cual todavía hay algunos “papas fritas” o “descerebrados” que intentan tacharnos como “asesinos”. Según la propia Lucia Fraile, este es el Niñoso de todos. Hemos contado en estas crónicas “cómo el pequeño Niñoso nace en el día más lluvioso del año y es milagrosamente resucitado”. Lo fácil hubiese sido no exponerse a la lluvia, a coger una pulmonía jodida y haber dejado que la naturaleza siguiera su paso. Niñoso hubiese sido una cifra mas en la lista de bajas que está causando el temporal en nuestro país. Pero resulta que todavía existen personas que se preocupan VERDADERAMENTE por el toro, y no necesitan IMPONER nada a nadie, ni ir a ningún "Parlament" para prohibir nada. Su dedicación y su convicción les basta.
Os invito a que sigáis la historia (aquí) contada de primera mano de su autora. Yo me quedo con esto. Lo demás, es todo populismo barato, falso e hipócrita. Gracias Lucia. Gracias Niñoso.
Estoy contigo Marín en que hay ganaderos que demuestran amor por los animales en este caso los toros, y que eso tambien habría que tenerlo en cuenta cuando algunos acusan a todo el colectivo de peseteros y empresarios sin escrupulos...
ResponderEliminarNo se puede generalizar con nada..todos los puntos de vista son respetables y ejercicio de nuestra libertad...es que hoy se esta poniendo demasiádo de moda eso de prohibir todo lo que a un determinado grupo les parece mal...
Un saludo.
Sigo la historia desde hace varias semanas, la verdad es que resulta muy interesante. Me gusta el resumen que haces, aunque creo que hay algunos errores, lo tendrías que confirmar con Lucía, pero creo que ella no es propietaria, ni ganadera, ella solo es la hija del ganadero.
ResponderEliminarGracias a ti también por defender la fiesta desde tu blog.
Muchas gracias por tu aportación Lopes. Como bien dice mi amigo Fran, un blog se alimenta de los cometarios. Bueno, el hecho de que una ganaderia no este puesta a nombre de alguien no significa que no sea ganadera. De todas maneras creo que llevas algo de razón en tu comentario, ya que la ganaderia esta puesta a nombre de Puerto de San Lorenzo S.L.. A pesar de todo esto, el trabajo y la constancia de Lucia con este becerro (y con otras muchas tareas de la ganaderia) para mi, personalmente, la hacen ganadera como la que mas.
ResponderEliminarUn saldudo y gracias nuevamente.
Hola! Muchas gracias por contar la historia en tu blog! Niñoso el pobre se merece que su vida haya al menos servido para que se valore un poco más cómo vive un toro bravo.
ResponderEliminarA mí me parece también una inmensa suerte poder haber narrado esta historia, porque yo soy la primera que he aprendido mucho de ella. Tengo este año la oportunidad de estar pasando unos meses en el campo, y de ver el trabajo y la dedicación de mi padre y de mis hermanos, que dedican absolutamente toda su vida y sus pensamientos al toro. Los admiro muchísimo, por su pasión, su constancia y su profundo conocimiento.
Por ello también disfruto escribiendo, asimilando yo la primera todo el conocimiento y las emociones del campo. Y si de paso hay más gente que también disfruta de estas emociones, yo feliz de haber transmitido un poco lo que significa criar toros.
En resumen, que espero q este rollo haya resuelto un poco las dudas sobre la propiedad de la ganadería. Aunque realmente eso es lo de menos.
Muchas gracias de nuevo por dar a conocer la historia, y por tu entusiasmo.
Lucía
Nos ha gustado tu blog, nos gustaria que dieras de alta tu web en nuestro directorio de blogs www.directorioguia.es ; Saludos
ResponderEliminarHola Marín cada día me gusta mas tu blog, lo veo coherente y un sitío libre para expresar lo que cada uno siente sobre el mundo del toro. Yo lo de los antitaurino creo que son personas que buscan su momento de gloria presentandose a las puertas de un plaza de toros para hacer un papel que me parece tonto (como es mancharse de pintura roja simulando sangre y con unos carteles con frases estupidas que solo demuestran su ignorancia).Para mi los antitaurionos que verdaderamente le hacen daño a la fiesta,y en definitiva al toro bravo, son esos personajes que manipulan la fiesta de una manera u otra como no respetar lo que un torero se gana a ley en una plaza y al siguiente año no lo ponen en los carteles o esos llamados maestros que vetán ganaderias y carteles de ferias. Que le queda a un hombre que lo da todo en una plaza y se tiene que "comer" las ganaderias llamadas malamente "duras". Eso amigo Marín si que son los antitaurinos y los que le hacen daño a la fiesta y terminan por aburrir a los aficionados.Siento sinceramente si con este comentario e herido alguna sensibilidad pero es lo que siento, me da penas los chavales que salén a comerse los toros y a jugarse la vida y luego noles vale de nada. Para mi esos son los verdaderos FIGURAS DEL TOREO. Donde queda la frase que el toro pone a cada uno en su sitio. Gracias Marín por poder expresar mi opnión en este gran blog que tambien dirigues.
ResponderEliminarBueno Antonio, no ofendes a nadie en absoluto. Ojalá la mitad de los comentarios que llegasen aqui fuesen la mitad de sensatos que el tuyo. Aqui se expresan todas las opiniones que querais. No voy a vetar nada ni a nadie simpre que los comentarios no se salgan de tono y además no vas nada mal encaminado, y los que mas daño le hacen a la fiesta estan dentro de la misma. Este comentario lo hemos tenido varias veces y siempre estamos en lo mismo. Solo tienes que mirar los carteles de Sevilla o Madrid para darte cuenta de esto. Siempre he dicho que los Franceses, en esto del toro, nos llevan siglos de ventaja.
ResponderEliminarUn saludo campeon.