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Que me perdone el gran Charles Chaplin por las comparaciones |
El último caso ha sido el de la capital, Madrid, donde Manuela Carmena, la señora con cara de abuelita salvadora del mundo mundial, ha decidido tener la cobardía de PROHIBIR por donde mas duele, por los sueños de muchos niños. No ha tenido la suficiente valentía de prohibir los toros en Madrid. No por ganas, sino porque alguien le habrá soplado al oído que los ingresos que dejan los toros en Madrid son muchísimo mayores que las vergüenzas que se tiene que esconder bajo la falda para no quedar mal ante sus acólitos. Algo parecido ha pasado con Bildu en Pamplona, donde los ingresos de los San Fermines apaga todo sentimiento realmente ideológico. La pela es la pela. Negar la subvención a la escuela de Madrid supone la manera mas ruin de negar a muchos madrileños un DERECHO CULTURAL idéntico a cualquier otro. 61.000 euros que, de estar unidos el sector taurino e importándoles realmente el futuro de la fiesta, ya estarían puestos manos a la obra para que con tan solo un festival en la Ventas repleto de figuras, muchos de ellos salidos de esa misma escuela taurina Marcial Lalanda, podrían sacar hasta el doble de esa mísera cantidad que, a saber donde, la abuelita de caperucita empleará llegado el día. Pero claro, pedir también esto a las figuras del toreo actual es ponerlos en un compromiso.
Realmente, lo que duele no son los euros negados. Lo que duele es la actitud fascista de muchos políticos de nueva generación y de una izquierda mas rancia que nunca y que no dudan en PROHIBIR lo que no les "mola". Estamos quitándonos de encima una generación de políticos corruptos, podridos de moral y escasos de vergüenza pero... ¿a que precio?. ¿Para vestir un santo tenemos que desvestir otro?. Me da mucha pena de las victimas que se dejan convencer por cantos de sirena de falsos mesías. Nunca me gustaron las personas que levantan los brazos por encima de la cabeza para parecer mas alto que el vecino de al lado, ya tengan la palma extendida o el puño cerrado. Para mi son lo mismo aunque en extremos opuestos. Eso precisamente, los extremos(istas) son los que traen de cabeza al mundo. Capaces de prohibir los sueños de un puñado de niños que sueñan con ser toreros con la excusa de "proteger a los animales" y a los cinco minutos irse con sus hijos o nietos a pasar la tarde al zoo a reírse un rato con el pobre monito que se balancea en un neumatico a cambio de un puñado de cacahuetes. Quien sabe si Carmena tendrá los santos cojones de cerrar el de Madrid. Siempre le quedarán monos a quien tirarle los cacahuetes.
Hace unos días tuve una conversación con una gran persona, simpatizante de este tipo de nuevas "ideologías" basadas en el prohibicionismo. Me contaba que "el que quisiera escuela taurina que se lo pagase de su bolsillo". Se lo compro. Pero se lo compro mientras ese dinero repercuta en trabajo, educación o sanidad. Pero por esa regla de tres, el que quiera escuelas deportivas que se las pague, el que quiera parques públicos que se los pague, el que quiera talleres de teatro que se los pague, el que quiera conservatorio de música que se lo pague, el que quiera una carretera publica desde Villarubia hasta Villamorena que se las pague...y así sucesivamente. Y los beneficios que producen los toros en concepto de IVA, los cánones que se pagan por las plazas y demás, destinarlos a uso interno de la tauromaquia, a escuelas taurinas por ejemplo. Ya verás como no nocesitábamos subvención ninguna. Odio con toda mi alma a un dictador que un día hizo sufrir a mis padres y mis abuelos, pero al paso que vamos, y con los méritos que van sumando en su curriculum, voy a acabar odiando a estos nuevos dictadores con careta de Heidi.