Ya sé que llego tarde, pero andaba casi acabando esta entrada cuando un cárdeno herrado con el 37, gris que llaman otros, asomaba por la puerta de chiqueros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla y claro, la desbordante actualidad mandaba. Pero vamos a lo que vamos.
Andaba yo diciéndole hace un par de semanas a un buen amigo de los madriles, que la novillada del pasado día 10 en las Ventas no me daba buen "bajio". El mismo sábado se lo volvía a comentar a otro del mismo pueblo, uno de mis sénecas en esto de mi aspirancia en lo que a afición se refiere. ¿El porque?...pues ni a ellos supe decírselo, ni todavía he dado con ello. Lo cierto y verdad es que te encuentras en la tesitura de querer equivocarte mas que nunca y el puto destino te da la razón. Amaneció nublado y acabó peor todavía.
Se escuchaba en los corrillos taurinos durante el apartado en los corrales de las Ventas, que lo de Pablo Mayoral era de lo que mejor estaba en lo de Santa Coloma. Si esto es lo mejor de Santa Coloma, apaga y vamonos. Si un utrero de este encaste da en bascula 530 kilos...lagarto lagarto. Malos en lineas generales, vacíos de casta y fuerza, a los que apenas se les dieron un par de picotazos en el caballo para cumplir el trámite, mención aparte del último de la tarde que, aunque manseo por momentos, fue de lo único aceptable de la tarde y que no le habría venido mal algún puyazo mas de los tres que tomó. El cuarto de Pablo Mayoral fue devuelto y los sustituyó un sobrero de Benjamín Gómez, también encaste Santa Coloma, altote, escurridito y con sus teclas que tocar. Primero y segundo apagados y agarrados al piso y un quinto noblón pero soso en demasía. El lote de la tarde fueron tercero y sexto. El tercero noble, con las fuerzas justas pero con recorrido. El sexto un novillo venido a mas en la muleta y pidiendo papeles de torero. Un lote para algo importante y que se fue con mucho por torear y con los despojos puestos al desolladero.
No voy a entrar en muchos mas detalles. Sigo en mi tesitura de no dar crónica ninguna al uso. A Andrés Jiménez "Gallo de Córdoba", aquel chaval que se tiró de espontaneo en la encerrona de Fandiño del año pasado, se le vio con falta de recorrido y oficio. Tampoco le podemos pedir mucho al torero, que el año pasado no se vistió de luces. Solo desearle que se recupere pronto de las dos cornadas con las salió de las Ventas. David de Miranda, fue al que se le vio en mas torero toda la tarde. Intentó hacer el toreo fundamental en todo momento, ese toreo de pierna de salida adelantada que tanto echamos de menos de manera casi general. Con un primero imposible, parado y agarrado al piso, intentó sacar los muletazos de uno en uno, pero eso en Madrid no llega a los tendidos. Tampoco estaba Madrid para alargar en demasía la faena. Y en su segundo, sosote y mansote, si pudo ligar muletazos sueltos de trazo y con mucha clase, pero a esas alturas, entre lo aburrido de la tarde y el agua que empezó a caer se deslució mucho la faena. Y Juan Carlos Carballo se llevó el lote de la tarde. Esto si es pa estar "mosca", que te toque el lote de la tarde y se valla con las orejas puestas al desolladero y con mucho que torear. Aún así, si no es por la labor IMPECABLE del presidente que se estrenaba en el palco venteño, la insistencia del paisanaje le hubiese abierto la puerta grande de las Ventas con un despojo en cada novillo.
Los "malbajios" se me confirmaban por momentos. Y la decepción de una plaza como las Ventas también. La apariencia de la que para mi es la mejor plaza del mundo depende muchísimo de las fechas donde te sientes en el granito. Me decepcionó mucho si. Un cuarto de plaza, de los cuales la mayoría eran paisanos de Carballo, sesenta de los míos, y el resto un nutrido número de japos con su sonrisa siempre en la cara y aplaudiendo hasta al señor de las coca colas y las pipas. Un gran número de público que es la primera vez que se sienta en ese bendito tendido. Un público que te hace ver que Las Ventas, fuera de San Isidro y la feria de otoño, no es lo que tenías idealizado. Un público que se permite el lujo de criticar a los pocos aficionados que ocupan todos los días de temporada su localidad en las Ventas (sobre todo en el 6 y el 7) por pedir la seriedad que merece tal templo, sin pararse a pensar que esos pocos si no existieran habría que inventarlos. Un solo ejemplo: Una señora sentada justo detrás nuestra se llevó toda la tarde pidiendo música en todos los novillos...EN LAS VENTAS!!!!.
Está bien apoyar a tu torero, pero tampoco es bueno engañarlos. Vamos a ser sinceros, si esta gente que se desplaza en autobuses a cualquier plaza no existiera, también habría que inventarlos. Sin ellos, y esperanzados a que los verdaderos aficionados mantengan esto, ya hace tiempo que esto se hubiese ido al carajo. Pero la cordura y seriedad debe estar por encima de todo. Esto es muy serio oiga. Que aquí la gente se muere de verdad. Tampoco me voy a andar con rodeos. El tirar al ruedo almohadillas al finalizar el festejo, ni en la mejor plaza del mundo ni en cualquiera de talanqueras porque el señor presidente cumple el reglamento a la perfección y el torero del pueblo no sale por la puerta grande, no es mi de recibo ni bueno para la fiesta. Que hasta los japos los pobres pensaron que era una costumbre española y empezaron a tirarlas mientras algún que otro aficionado cabal se lo recriminaba.
Con estas sensaciones es con las que uno se pega seiscientos kilómetros parriba y otros tantos pabajo. Desolao y triste la verdad. No solo por David, sino porque ves a chavales que se topan una y otra vez con ganado imposible y que algunos se vuelven para casa con la sensación de haber dado dos vueltas al ruedo en Madrid y creyéndose al mismísimo Antonio Ordoñez. Gracias a Dios, el que me toca mas cerca tiene los pies en el suelo. Pero duele que el trabajo diario no tenga recompensa. Y el ver a la mejor plaza del mundo deteriorarse de esa manera duele tanto como lo otro, pero siempre queda el consuelo de que el trabajo va a seguir ahí y la plaza también. ¡Ah, por cierto!, Señora...¡no pida usted mas la música la próxima vez en las Ventas durante la faena! ¡ES IMPOSIBLE!.
Cuanto daño hacen los autobuses en Las Ventas, madre mia, y lo peor no es eso, es que doy fe que encima se creen que han estado bien....el año pasado toreó uno (no daré nombres, pero si me tocas las cosquillas si ��) que le he visto en tentaderos como unas 5-6 veces, un trapacero de cuidao, pegapases a mas no poder, cuando me enteré que venia a Madrid dije ¡madre mia poniendo a este! Pero bueno, fui a verle, toreó exactamente igual que ya le habia visto antes, muchos pases, miles, sin sentir ninguno porque para que eso llegue al tendido tienes que sentirlo, no es solo dar pases, ya el colmo fueron los naturales de perfil...si,si...¡¡DE PERFIL!! su parroquia jaleandole y alla que se va a por la espada, yo que me temia lo peor ya veia venir la oreja, a dios gracias que no se la dieron (tambien se la pidió nada mas que su autobus) pues el señor se pegó una vuelta que te puedes imaginar como le recibimos un amigo del 6 �� y la que esto escribe ¡se pegó la vuelta porque no estaba el 7! Si llega a estar y meten mas presión aparte de nosotros 2, te vas a dar la vuelta por los cojones vamos, pero es lo que tiene torear a primeros de septiembre, que pillas a la gente de vacaciones ��, eso si desde el año pasado le llevo oyendo que le iban a poner a primeros de año en Madrid.....y de momento na de na
ResponderEliminarUna venteña
Pues no puedo estar mas de acuerdo contigo Venteña. Para dar una vuelta al ruedo en Madrid hace falta hacer algo importante, y cada vez que voy veo que cualquiera se atreve a darla con nada que haga. Una decepción la verdad.
EliminarGracias por la visita y por el comentario.
Un saludo.
Marín:
ResponderEliminar¡Aaaaay!A ver si te juntas con mejores compañeros de tendido. ¿Ves? No es por nada, pero yo iba mucho mejor acompañado, jajajaja. Y lo disfrute una barbaridad. Qué bien que lo viste, así lo vi yo también. Y para la señora de la música, pues nada, ya la sacaremos a echar un bailecito.
Un abrazo a mi amigo torero
Enrique:
EliminarYa ves que soy raro, raro, raro. Que cada vez que voy a la plaza de tu pueblo me gusta sentarme con verdaderos aficionados para aprender...que cosas no!. Me alegra confirmar que lo vimos de la misma manera, pero me vine decepcionado una vez mas por las sensaciones tanto en el ruedo como en los tendidos. Lo único a destacar la actitud del presidente.
Eso si, no me digas que no molaba la cara del japo cuando uno en la grada le echó el broncazo del siglo por tirar la almohadilla al ruedo.
Esperemos volver Enrique, y que esa sensación de "malbajio" no me ronde por la cabeza, que me duele mucho acertar siempre en estos casos.
Un abrazo!!!!!