miércoles, 2 de diciembre de 2015

LO QUE DURAN DOS PECES DE HIELO EN UN WHISKY ON THE ROCKS

Hace tiempo que no me siento delante del teclado para escribir nada sobre toros. Cuando me refiero a esto de "los toros" me refiero a la fiesta en general. Y no es por pereza o desgano, que también, sino porque realmente no hay nada nuevo de que escribir. Es tener la sensación de que lo que escribes ya lo has escrito hace dos o tres años atrás. Es lo que tiene el anquilosamiento de la fiesta en los tiempos que vivimos, que ha entrado en un bucle que no te deja opción ni a escribir por miedo a repetirse mas que un político en época de elecciones.

Se hace muy cuesta arriba que este mundo este cogido con cinco hilos. Hace unos años eran diez, denominados "g", pero que José Mari, José Antonio, Julian, Alejandro y Miguel Angel decidieron que David, Enrique, Manuel Jesus y Cayetano.  sobraban o dejaron de servir para la causa. Cesar solo les sirvió para firmar por la causa de los derechos audiovisuales. Es triste, y sobre todo aburrido, saber que en marzo ya se sepan todos los carteles de toda la temporada, donde los cinco cromos se repiten una y otra vez. Es mas, hasta se permiten el lujo de presentar su temporada en la Joy Eslava. Aún así, se lo compro. No lo de la presentación en la Joy Eslava, que esto no es un estreno de Bollywood, sino lo de estar en todas las ferias, que pa eso son figuras de esto y nadie les ha regalado nada. Lo que si que no me trago ni a la de tres es el cinturón de acero (dixit el maestro José Olid) que tienen montado estos toreros para cerrar carteles, el no dejar paso alguno a toreros nuevos que vienen haciendo las cosas bien, no vaya a ser que mas de uno les de por torear y nos quedemos con las vergüenzas al aire.

Lo primero que ha trascendido a la opinión pública de cara a la temporada que viene es el mano a mano en la feria de Fallas entre El Juli y López Simón, una idea "innovadora" del creador de Arte francés Simón Casas. Estos mano a mano que por otro lado lo primero que hacen es quitar lugares en los carteles a un torero en terna de tres. Pero tal y como está el patio, me da a mi que de incluir a otro torero en el cartel escogerían de entre los cuatro restantes de arriba. Bendito sea López Simón y su irrupción en esto, que aunque no sea de mi agrado ciertas actitudes durante la temporada pasada, si he de reconocer que hacía falta un torero con la suficiente verdad por delante para ponerles las pilas a estos gallos que mandan en el corral. Esta apreciación se la he escuchado esta mañana a David Cajigas en el programa de Tendido de Sol, que los mano a mano deberían de ser algo excepcional en una temporada, entre dos toreros que por razones de rivalidad quisieran poner un broche de oro a una temporada, pero nunca como una moda absurda que lo único que hace es quitarle sitio a toreros modestos que vienen pidiendo hueco en todas las ferias importante de este país.

La historia de la tauromaquia esta llena de toreros instalados en ese cinturón de acero que, como dice Pepe Plaza y debido a la meritocracia, eran incluidos en carteles de las grandes ferias para medirse a las figuras del toreo. O las figuras en la plaza los devolvían a su sitio o se encumbraban en todo lo alto. Este año se han podido contar con varios ejemplos de este tipo de toreros: el mismo López Simón, Manuel Escribano, Diego Urdiales o hace unos años Ivan Fandiño. Excepto el caso del torero madrileño, todos ellos han llegado a llamar a la puerta de las grandes plazas a través del toro, que al fin y al cabo es el que da y quita. Fandiño se pasó al lado oscuro y en cuanto han podido le han cortado la cabeza. Urdiales ha fichado por un equipo champions, que mas que merecido tiene que quiera torear todo lo que se merece y a la altura que merece. Pero el precio de querer hacer un Fandiño ya sabe cual es. 
Con una bomba de relojería anda Urdiales en la mano. Si tras fichar por la FIT le da por entrar en carteles de relumbrón, tiene la mala suerte de que le salgan toros por la puerta de chiqueros que le metan la cara, el de Logroño siga echando la pata pa´lante y se entretenga en cortar mas orejas que cualquiera de los cinco...dos telediarios le echo al bueno de Diego. Al tiempo. Diez años se ha llevado Escribano perdido por esos mundos de Dios y veremos a ver que camino elige también a seguir.

Hasta ahora, hemos estado situados en el presente de la fiesta, pero ¿y el futuro?. ¿Que motivación tienen los novilleros punteros que están para tomar la alternativa?. ¿De que sirve apretar en el escalafón novilleril si sabes que vas a coger la alternativa y te vas a quedar parado?. Solo un dato: Lama de Gongora ha matado este año dos corridas de toros, las dos en Sevilla. Varios novilleros de la parte alta del escalafón han acabado la temporada alternativados, caso de Roca Rey o Posada de Maravillas. Otros lo van a hacer a principios de la que viene como Ginés Marín o Varea. Ojalá me equivoque, pero tal y como está el patio haber cuanto nos dejan ver a estos toreros.

No nos engañemos, que este es el panorama que tiene la fiesta de los toros en este país. Porque no hay afición, porque el público de clavel y cubata no exige en variedad y apuestas jóvenes en los carteles, porque realmente les da lo mismo tirarse una temporada entera viendo a Madrid, Barça y Atlético jugar entre ellos todos los domingos. Que les da igual que el señor montado a caballo con el castoreño haga acto de presencia o no, es mas, ni saben que es el castoreño. Mientras no falte el white Label, el Larios y el Coiba...Porque los empresarios son solo eso, empresarios. Porque los responsables de las plazas públicas no exigen en su pliegos la apuesta por el futuro. La pasta es la pasta y al futuro de la fiesta que le den, al fin y al cabo solo son políticos, y la mayoría muy malos. Porque la emoción, la ambición por ganarse un puesto feria a feria y el toro, pilares fundamentales (entre otros) de toda esta parafernalia, hace mucho tiempo que no aparecen ni por las plazas de tercera. Todo es lo mismo, la misma historia todas las tardes, los mismos actores, los mismos principios y los mismos finales. Que esto aburre mas que Pablito el que clavo un clavito. Como diría Sabina, "lo nuestro duró lo que duran dos peces de hielo en un whisky on the rocks", y como no se pongan las pilas, a mi que me sale mi locura de fan por Joaquín. 

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