Comenzaba el pasado domingo en las Ventas esa semana que muchos consideran "toristas", como si lo que hubiese salido por la puerta de chiqueros antes fuesen peluches del Ikea. Yo me entiendo. Entre tanto oasis de encastes menos frecuentes (que no minoritarios) la de Victoriano del Rio en la Beneficencia, con las figuras en el cartel mas pendientes de que el mozo de espada no se equivoque en la agenda y vaya a ser que alquilen habitación en el hotel para el día antes o después.
Comentarios del lobby taurino en televisión y prensa que se quejan del exceso de peso en las ganaderías mas frecuentes y ahora se quejan de exceso de "remate" de los que vienen en esta semana, como es el caso de los de esta tarde con los de Saltillo. Pero esta semana los que cobran protagonismo de verdad son los del castoreño. Semana donde los buenos se llevan ovaciones (los menos) y los malos se dedican a tapar muchas vergüenzas de sus matadores (los que mas). Todos, los unos y los otros, se hartan a trabajar mas que todos en los veinte días anteriores. Como en los grandes centros comerciales, es la semana fantástica del picador, donde se confunde el "vale" con el "dale". Que nadie se confunda y me malinterprete, que para mi son profesionales que se visten de oro porque su función realmente lo exige y que por inri mis respetos son grandísimos. Al fin y al cabo son unos mandaos.
Semana del monopuyazo trasero, paletero y de tapar salidas. Semana de ausencia de lidia y de mantazos por doquier, de cincuenta tios en el ruedo durante el tercio de varas y de pasadas en falso en banderillas con pares sobaqueros. Si después de esta criba le da por salir alguno bueno (que muy bueno tendrá que ser el pobre animal) como el caso de "Camarín" de Baltasar Iban, se irán sin mas pena que gloria porque los carteles para este tipo de corridas no son los mas propicios para el espectáculo, tanto en matadores como en cuadrillas. Tampoco quiero que se me malinterpreten mis palabras, porque profesionales son que se juegan la vida tanto o mas que cualquier otro compañero, y de rendirle pleitesia a alguien en esta profesión sin duda alguna sería a este tipo de toreros. Pero el torear poco"es lo que tiene. "Camarín" necesitaba algo mas que un torero con tan solo un festejo por delante como el caso de Alberto Aguilar, con todo el respeto que el torero me merece.
En esta semana saldrán malos, como en los veinte días anteriores, con la única diferencia que los que salgan malos quizás nos vuelvan, mientras los otros volverán y volverán como los peces en el río a beber. Lo triste no es que salgan malos, sino que no nos los dejen ver ni para bien ni para mal. Es lo que tiene la lidia moderna, que desde que se fue el maestro Esplá no se ve lidiar a uno de estos como Dios manda. Si de algo se destaca esta semana es de que por muy malos que salgan, ninguno serán el tonto la pandereta. Es lo que tiene ser un encaste diferente (que no minoritario). Ni mejor ni peor, simplemente diferente. Y el querer dar la misma lidia a todos, o ser incapaz de dar la correcta, hace que luego estos chavales tan poco toreados pasen un auténtico quinario con este tipo de toros si antes no lo han masacrado en el peto. Al caso me remito con José Carlos Venegas. Insisto, todos mis respetos para este pedazo de torero que no le vuelve la cara a ninguna de las que le ofrecen en Madrid por muchos toros que le echen al corral, esos mismos a las que las figuras no quieren ni ver y que todavía merece mas mi aplauso al torero de Beas de Segura. Lo de hoy de Saltillo tampoco es lo que queremos ver nadie que seamos aficionados o aspirantes a ello, pero que también tienen su lidia. El segundo de Sanchez Vara me da la sensación de estar currao. Lo mismo después de lo de hoy se le dé mas importancia a lo de Rafaelillo con el Adolfo de ayer.
Baltasar Iban, Adolfo, Saltillo, Cuadri, Victorino y Miura, una semana en la que sinceramente no espero ver nada en ninguna de las tardes ni de ninguno de los toreros. Ojalá venga la Virgen del Rocío a verme y alguno me haga tragarme lo que pienso. Siempre habrá oasis como el de Adalid, Fernando Sanchez o Tito Sandoval, mientras las figuras siguen escondiendo la cabeza en el primer agujero que pueden cuando le nombran este tipo de toros. Con ellos no va esta película, ni el futuro ni la variedad de la fiesta. Me da a mi que la crónica general de los del micrófono y bolígrafo serán la de "Imposible", "con este tipo de toro no se puede", "petardo de la ganadería tal o cual"...sin ser conscientes de que en realidad lo que está pegando realmente el auténtico petardo es el sistema actual, la modernización, la toreabilidad y su p... madre.
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