Las redes sociales, ese gran invento del siglo XXI. Esas que son capaces de mostrarnos para compartir lo más bello del mundo y a la vez darles voz a todos los tontos del mundo. Depende de como se utilicen y se miren. Yo soy de los que me gusta quedarme con la primera parte. Aprovechar lo bueno que tienen para aprender y adquirir cultura. Aunque ello te haga pagar el peaje de aguantar a los tontitos/as de turno, pero bueno, puede llegar a compensar. Aunque lo verdaderamente peligroso de este tema es el afán de protagonismo y sobre todo, como diría Manuel Carrasco, dejar tu dignidad esperando a que vuelvas. Esa obsesión que se crea en algunos/as para conseguir el mayor número de “likes” y “followers” y que les hace llegar a rozar la enfermedad. Que tampoco es malo el tener una jartá de estas chorradas, lo malo está en la manera de conseguirlos.
Que a mi me parezca absurda la manera de ganar protagonismo en la vida a base de gilipolleces en redes sociales no quiere decir que no sea lícito. Quizás la mía sea la más absurda de las opiniones. Tengo casi más solicitudes de amistad por aceptar que las aceptadas porque no las conozco y no vaya a ser que se me cuele el politico/ca de turno, el antitaruino/na o el tontito/ta del lugar… y pa que quiero más. Tengo amigos en Facebook e Instagram (que son las únicas que uso) que tienen mil fotos de sus caras con mil monisquetas diferentes. Y oye!!, los quiero porque son mis amigos. Suelo seguir perfiles de lugares del mundo, tauromaquia y sobre todo fotografía. En esta última, últimamente (que valga la redundancia), hay demasiada matraca metida.
Esto de la fotografía, para uno que escribe, no es mas que un hobby. Tengo muy claro que mi nómina de final de mes depende de números y asientos contables. No tengo ni zorra idea de fotografía, pero si puedo ayudar a alguien… palante. He colaborado con refugios de animales, con hermandades y asociaciones locales, con novilleros que empiezan y con algún regalo personal, y nada de eso ha hecho poder divorciarme del plan contable. Orgulloso estoy de ello. Mi padre me enseñó que el afán de protagonismo no trae nada bueno. Me decía que la mejor inversión que puede hacer una persona es en un buen despertador que suene todos los días a las seis de la mañana. Sería señal de que estás siendo verdaderamente útil. Si hoy viviese, seguro que me diría que los “folowers” y “likes” te tienen que llegar solos. Por eso jamás pido un “me gusta” para mi página de Facebook ni para otro tipo de cosas. Si tienes pocos… es porque eres muy malo. Sanseacabó.
Suelo ser de ignorar a torpes y envidiosos/as, pero el otro día me sacó una sonrisa el comentario que me hicieron llegar por pedirme una fotografía. Resulta que uno de esos que se creen V.I.P. en esto de la fotografía, se molestó el hombre al enterarse de "tan magno acontecimiento". A la mierda las ganas de comer. Que realmente le falta la I entre la V y la P. Ya saben, lo de “Very Important People”. Pues le falta lo de Important. Pero se pensó (y piensa) que en tal sitio es el único que se mea por las esquinas. Que tiene exclusividad, y que todo lo que salga de ahí tiene que ser de su objetivo. Y es que te da la risa cuando no hay ningún tipo de problema para ello (quiero decir para eso de ceder la “exclusividad”), pero es que el tema roza lo absurdo. Que no es “el que”, sino “el cómo”. La cuestión es no mendigar para llegar a ser V.I.P. (con la I en medio).
Disfrutad de lo extraordinario que dan las redes sociales, del protagonismo que se gane cada uno/a bien sea con su trabajo, su hobby o poniendo mil historias con mil caras diferentes. Aprovechad para aprender y no para hacer el tonto por la vida, pero sobre todo, no intenten apagar la luz de nadie para que brille la propia, que eso siempre fue cosa de loosers. Un puñado de likes o de followers… no lo valen. Al fin y al cabo, cada lunes, a las 8, estoy otra vez en la oficina entre números, facturas y asientos contables. Que en eso tengo toda la exclusividad del mundo. Ah, y por favor… cuando salgan de casa, lleven siempre en la maleta o en la mochila de la cámara SU DIGNIDAD.
Dedicated to my haters
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