Aunque a algunos/as les parezca rara la afirmación, pero sin duda alguna David de Miranda es uno de los triunfadores de la temporada 2018. Y la foto elegida para ilustrar la entrada no está elegida al azar, es para mi la foto de la temporada.
Allá por el mes de junio, cuando algunos no dudábamos de que David iba a estar en colombinas, escribí en una entrada que reapareciese cuando reapareciese, David ya había triunfado. El año pasado por estas fechas, el torero pasó a un segundo plano para que la persona saliese adelante, pero fue realmente en los momentos mas duros en los que el torero volvió para rescatar a la persona. Y si la alegría volvía al entorno de David allá por finales del mes de Marzo cuando recién llegado de Madrid se le empezaba a ver una increíble recuperación, la jarana de verdad llegó el día grande de Huelva. Ese de 3 de agosto cuando la Merced se rompió literalmente para sacar a saludar al tercio a un auténtico luchador. Y así, al compás de palmas por Huelva como banda sonora, se ponía fin a una historia de superación con créditos escritos a letras de oro. David Pérez Sánchez y David de Miranda habían vencido al destino.
Luego la temporada se alargó en cifras que realmente, a estas alturas, ya eran casi insignificantes de cara a esta temporada. No sé si ocho o nueve festejos. Que mas da. A partir de Huelva todo era sumar. Valverde del camino, Sabiote, Toro, Cortegana... hasta llegar a la última pinzoniana. David ha vuelto en el mismo sitio en el que lo dejó el año pasado y sin haber tocado techo. Ahora queda un invierno entero por delante y muchas ilusiones en el camino.
A veces pienso que esta gente que se viste de luces tiene algo diferente en la cabeza a el resto de los mortales. Si ya es complicado superar una cornada, superar este tipo de cosas como la de David creo que es de gente que tiene otro don que Dios les ha dado: Una capacidad de superación infinita. Y conociendo a la persona y el torero, esa capacidad que ha tenido, seguro que de cara a el futuro nos va a dar muchas alegrías. Gracias David por la lección de vida.
Mucha suerte, y como siempre dije: Lo mejor está por venir...
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