QUERIDA DICOTOMÍA

Esta de moda. Eso de construir casas al revés... está de moda. Toda una vida con un oficial de albañil de puertas para adentro diciéndote que una casa en condiciones se empieza por unos buenos cimientos, y en un plis te dice que lo que realmente mola es lo contrario. Y así andamos, (mal)viviendo patas parriba.

Hubo quien se enganchó a esto en el campo tentadero tras tentadero. En aquellos tiempos (no muy lejanos), la bravura se medía en el caballo. Explicale tu ahora que las casas se construyen al revés. Pues se construyen. Está de moda. Y aguantate la risa cuando intentas colocar que cada fin de semana se indultan dos o tres toros sin haber pasado reglamentariamente por el jaco. No lo entienden, y aunque le regales la casa con la hipoteca pagada, te dicen que la casa con el tejado por los suelos pa´ti.

Me comentan que el toreo siempre fue un West Side Story a la española. Que siempre hubo figuras que impusieron y empresarios y apoderados que buscaron sus intereses, pero al fin y al cabo dos bandas de pandilleros que siempre se tuvieron ganas y que entre rencilla y rencilla dejaron muchos cadáveres a su paso. Pero me niego a pensar que los toreros de entonces formaran parte del circo. No me imagino a Ordoñez, Camino, Puerta, el Viti y compañía renegando de un bombo por miedo al "premio" que te pueda tocar. Hay hasta quien dice que hubo un boicot contra Joselito por parte de los empresarios en el Palace de Madrid, pero que al de Gelves solo le bastó con presentarse y advertir a los allí presentes que "cuando volviese del Lhardy de tomar un café, no volvería a torear en las plazas de los que quedasen allí". No quedó ni uno. También me comentan que Joselito mató de todo.

Ahora el bastón de patriarcado cambió de acera. Basta con una reunión a principio de temporada para que Matilla y compañía planifiquen una temporada entera, con sus vetos e imposiciones correspondientes para que la pasta se quede entre cuatro. A diferencia de los tiempos de Gallito, si a alguna figura les da por presentarse en la reunión, que sepa que encima le va a tocar pagar el café. Y sino... que parezca un accidente. Que le pregunten al bueno de Alejandro Talavante.

Hemos pasado en veinte o venticinco años, lo que llevan de alternativa mas de un torero o dos, de una época mas o menos boyante a una situación mas que complicada en la actualidad. Que cuentan las historias de los lugareños que hasta había un lunes de resaca en Sevilla con los tristemente desaparecidos pedrajas de Guardiola. Ayer aprendí (o me quisieron enseñar) que mientras Matilla y compañía manejan el cotarro de toda una fiesta en la que el aficionado es (o debería ser) parte del circo, el resto tenemos que limitarnos a ir a un tendido a esperar que un día se alineen los astros y ocurra un milagro como el de Urdiales en Madrid. Cosas que tiene un bombo oiga. Lo demás no importa. ¿Se acuerda alguien que en Barcelona se pueden dar toros LICITAMENTE mediante sentencia del supremo?. No se acuerda ni la familia Balañá. No les interesa acordarse. Ni a Matilla y compañía tampoco. Hay maneras de conseguir dinero sin menos "calentamientos de cabeza". Un ejemplo como el de Barcelona que puede convertirse en espejo de muchos otros sitios donde cada vez es mas visible el hormigón en los tendidos. Siempre quedarán políticos y animalistos para crucificar mientras nosotros soltamos al barrabás de turno.

Nunca me gustaron que me catalogaran como "ista". Eso de "torista" y "torerista" me pareció una gilipollez tremenda. Creía que en el pack de la tauromaquia venían los dos. Hasta hoy. Siempre pensé que el protagonista de la fiesta es y será siempre el toro, seguido casi a la par por esas personas, hombres y mujeres que se juegan la vida a carta cabal. Pero los que nos hemos criado a la sombra de un alcornoque con el toro por bandera siempre hemos sido conscientes de que el toro dependía tanto de la fiesta como la fiesta del toro. Ahora ya no. Ahora la fiesta aprendió a vivir sin el toro. Ahora si no tienes un  Master de la teoría del pico de Ponce o de Morante sobre el tamaño de los toros y los desniveles y querencias de las plazas de toros, no eres nadie. Y no hablemos de Masters que la Juan Carlos I está que lo peta. Ahora el tercio de varas es un mero trámite en vías de extinción, y algunos, como Victoriano del Río,  no se cortan un pelo en decir que quita vacas por (¡ojo!) "exceso de bravura". Ahora se echan corridas de toros de lidia a pie desmochados como si fuesen para rejones, pero si no eres capaz de ver la "profundidad" y la "composición" de esas faenas ante esos animales... es que eres poco menos que un julai. Y lo que es peor, viene un antitaurino con un programa de televisión detrás a intentar mostrar las miserias de esto, y el primero que se encuentra en la puerta de las Ventas le zampa un "al toro hay que picarlo para quitarle bravura". ¡Que viva el vino!. 

Es en este punto donde surgen las dicotomías. Bendita y querida dicotomía. El como puedo defender un sistema que me parece totalmente injusto cuando el futuro del toro depende de el. Como puedo aguantar tanto desprecio al toro cuando depende de este desprecio el que sigan naciendo becerros en el campo. Tragando mucha quina, pero se sobrelleva. Es complicado asistir a una tertulia como la de ayer y comprender que no estas en el mismo mundo que todos. Pero se sobrelleva. Y todo por el toro. Porque es lo que realmente me merece la pena. Hoy si me pueden poner el "ista", porque hoy soy mas torista que taurino.

Fdo.: Yo y mi dicotomía.