Si ya da pereza sentarse en un tendido de una plaza de toros, nos podemos hacer una idea de lo que puede llegar a pesar escribir sobre la tauromaquia. Que si, que luego te ve la gente y te dice eso de que "tienes abandonado el blog" que si "no lo dejes"... e incluso los mas sensatos te dicen que están muy tranquilos desde que no escribo nada por aquí. Decía mi padre que, como le pasa a el olivo, "el tiempo es el que te da la madurez necesaria para hacerte fuerte", y que cuanto mas centenario es, menos agua necesita porque sus raíces son mucho mas profundas. A mis casi cincuenta años, uno ya va aprendiendo a desechar lo que no suma y se va quedando con lo que realmente te da vida. El hartazgo acaba empachando, y el empacho al final... siempre resta.
¿Se han parado a pensar cuantas veces hemos visto Titanic a sabiendas de que al final el barquito siempre se va a pique?. Ya, si es que el Di Caprio y la Winslet tiran mucho, y además, la historia está envuelta por un encanto especial. Pero empachar... empacha un rato. Pues lo mismo pasa con esto de los toros. Ves una y otra vez las mismas caras y los mismos hierros envueltos en una falsa historia de misticismo a la que siguen llamando tauromaquia mientras los "Cameron" que dirigen todo esto se siguen forrando con los royalties de los que pasan por taquilla. Pero al final... el barquito se va a pique. Y no nos engañemos, que al final los que se salvan son los de primera clase. Los que nacimos con el pasaje de tercera en el bolsillo somos los primeros que palmamos. Si alguna que otra vez se decide uno a seguir viendo la peli es sin duda por esos pocos, bohemios ellos, que deciden seguir tocando una triste melodía hasta que todo acabe. Una balada triste que surca cerrados de bravo entre miradas de becerros que también tienen pasaje de tercera desde el mismo momento en que nacen.
La caterva taurina de este país hace tiempo que se propuso acabar con la esencia de este tinglao para regocijo de los cuatro buitres que esperan ansiosos a que la presa expire. Ellos son los mas listos del mundo: no cazan, solo esperan a que entre todos la maten y se aprovechan de los despojos. Sin la esencia del toro, en toda su variedad (cada vez mas escasa), la meritocracia de ganarse los puestos en las ferias y la lidia al completo en todos sus tercios... esto harta hasta el puto empacho. Ves los primeros carteles de las grandes ferias como Valencia o Castellón y son mas de lo mismo. Ni hablamos ya de Sevilla, con Morante como obligación todas las tardes, cuatro mas que lo acompañen en los carteles para echar la tarde, el torito con la milonga de llevar el apellido de "sevillano", y la lloriquera de Ramón Valencia de todos los años por no llenar y perder dinero. Patético.
Mención aparte lo de Madrid. Aquella que era la mejor plaza del mundo, la que daba y quitaba... Nada, una de talanqueras mas. Una plaza que han convertido en un cortijo de un grupo inversor que viene a exprimirla empresarialmente para luego dejarla a los pies de los buitres que esperan la carroña. Esa en la que todavía, gracias a Dios, queda un reducto de aficionados cabales pero a los que acabaran quemando por inanición. Madrid ya no te da ni los buenos días. Cinco o seis socios que, o me pones a los míos o retiro la pasta. Matadores sin haber hecho méritos para estar en en los carteles de San Isidro mas que estar a la sombra de los cinco o seis de antes y toreros que se lo ganaron en el ruedo en casa viéndolas venir. López Simón, con cinco puertas grandes, colgando el traje de luces, y otros tantos como Antonio Ferrera, David de Miranda, Curro Diaz, Rafaelillo o Manuel Escribano teniendo que aguantar que Plaza 1 les diga que no tienen sitio. La diferencia está en tener pasaje de primera o de tercera clase. Mira si son cachondos los tios, que el día de la Beneficencia todavía tienen el valor de poner en los carteles junto a Emilio de Justo la perogrullada de "dos triunfadores de San Isidro". Entre el Juli, Talavante, Roca Rey, Morante y Manzanares tienen que estar los otros dos manque las tardes anteriores hayan presentado parte médico.
Y si en lo que a coletas se refiere la cosa es penosa, en lo que a ganaderías ya es casi insufrible. Tres o cuatro veedores, uno que se encarga de la zona centro, otro de la zona sur y me imagino que tendrán otro en la zona del Congo, la India y parte de China. Todos reseñando corridas de toros aquí o allá y que finalmente dejarán colgadas en el campo y que acabarán gracias a Dios (y como mal menor) en cualquier calle del levante español. Que lo de esta gente si que es afición y lo demás son tonterías. Rafael García Garrido es un cachondo el tío. Le expresan en la Asociación del toro de Madrid el descontento por el maltrato ganadero a las ganaderias ¿toristas? y se limita a contestar con que "no tienen sitio" y que "tomará nota", no vaya a ser que el año que viene les de por confundirse y colocar alguna en el serial madrileño. De aquel famoso "bombo" del produgtor de agte no queda ni el recuerdo. Y la Fundación del Toro de Lidia... ojo al nombre eh, FUNDACION DEL TORO DE LIDIA... ni está ni se les espera para decir nada al respecto. Es mas, no sé ni para que sirve. O si.
Hace poco, en redes sociales, me criticaba alguien por pensar y mostrar mi visión actual de todo este cotarro: PARA MI NO EXISTEN FIGURAS DEL TOREO ACTUALMENTE. Que no se lleve nadie a equivoco porque no estoy en posesión de la verdad absoluta. El que está desubicado soy yo. Me equivoco solo, y por tanto no estoy dispuesto a que me metan la mano mas en la cartera por volver a ver Titanic una y otra vez. Un día pensé que subía a un barco, pero la realidad me ha hecho ser consciente de que subía... pero con pasaje de tercera. Allá cada cual que sigue arriando los botes cada tarde en un tendido para que los señoritos de primera salven el culo. El final de la peli ya lo saben. Sigamos tocando pues entre tapias y cercados repletos de negros, castaños, berrendos, jaboneros... Para mi fue un placer tocar con ustedes.
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