Si algo marca el horizonte de este país es sin duda la silueta gigante de un toro a pie de carretera. El toro de Osborne es distintivo de la marca España. Es tan representativo de la cultura Española que en 1988 y tras la aprobación del reglamento de carreteras, queda prohibido realizar publicidad en cualquier lugar visible desde carreteras y arcén. Gracias a la presión social, ejercida por ciudadanos, artistas e intelectuales, y a una Sentencia dictada por el Tribunal Supremo en 1997, el Toro de Osborne es "indultado", entre otros motivos, por estar integrado en el paisaje español. Pero quizás la popularidad que gano el Brandy que un día fundó el inglés Thomas Osborne Mann se basó en la figura del toro que hoy en día pasta en tierras sevillanas de Puerto Acebuche, en el Castillo de las Guardas, y Montecillo de Madroño.
D. Emilio González de San Román Osborne y su esposa, Dña. Rosario Osborne Domecq, siguen hoy luchando por el hierro que un día les dejó D. José Luis Osborne Vázquez, quien en 1952 había adquirido a D. Antonio Jiménez Jiménez la vacada para modificar su anterior hierro por el actual. Sus toros son de antiguo origen Veragua, que tras la partición en 1937 de la ganadería de D. Juan Pedro Domecq Núñez de Villavicencio, correspondió uno de sus lotes a D. Pedro Domecq Díez. Este último cruzó aquellos antiguos Veraguas con reses de Mora Figueroa y Conde de la Corte, lo que dio lugar a el actual origen Osborne. El hierro actual es una de las partes en las que se dividió la ganadería en 1977, tras la muerte de D. José Luis Osborne Vázquez. Otro de esos lotes fue adquirido por Nuñez del Cuvillo, origen de los ensabanados del hierro gaditano. No podemos dejar pasar uno de sus toros históricos, Atrevido, aquel ensabanado con el que Antonio Chenel "Antoñete" puso patas arriba el toreo aquel 15 de mayo de 1966, festividad de San Isidro, en las Ventas.
El pasado día 11 tuvimos la gran suerte de disfrutar de la gran hospitalidad de D. Emilio y Dña. Rosario en Puerto Acebuche tras la invitación de Arte y Sur con el amigo Jesús Pérez a la cabeza. Si realmente algún día se plantean conocer la experiencia de un día en la dehesa de bravo, sin duda que las experiencias que vivan con Arte y Sur les van a resultar inolvidables. Aparte de ver el campo bravo, toros, vacas, y distintas camadas, pudimos disfrutar de un tentadero a cargo de Alvaro Burdiel y su hermano Pepe.
Les dejo unos retales de lo que dio de si el día. Agradecerles inmensamente el trato recibido a los ganaderos, D. Emilio y Dña. Rosario y a Jesús Pérez por parte de Arte y Sur, por darnos la oportunidad, una vez más, de disfrutar del toro bravo en su plenitud y de un entorno envidiable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Se respetarán todas las opiniones y se publicarán todos aquellos comentarios que no contengan ninguna palabra ofensiva hacia el autor o titulares de comentarios publicados.