Corría allá por finales de la década de los 90. Para sacarme "mis recurtillas" al mes y no tirar de la economía familiar, intentaba ocupar mis vacaciones estivales con cualquier cosa. Mi compadre Alberto, que por aquel entonces andaba de encargado en la finca, fue el que me abrió las puertas de El Partido, finca donde por aquel entonces pastaban solo las vacas marquesonas y sementales de D. José Ortega. La de veces que llenamos y vaciamos aquella nave de "las Ánimas de paja" y sembramos de trigo aquellas tierras donde la sangre Domecq campaba a sus anchas. Tuve la suerte de conocer personalmente a D. José Ortega y su señora, Doña Salud, que en las cercanías eran dos personas entrañables. Todavía recuerdo aquellos guisos de carne en días de herraderos, como jamás se me olvidarán los comentarios de D. José en los días de tentadero con el Cordobés o Manili entre otros muchos.
Por aquel entonces conocí a un Gerardo que ya empezaba a tomar la riendas de la ganadería, y que tenía sus "rifirrafes" a menudo con su padre respecto a la gran "obsesión" del aprendiz de alquimista con la sangre de Guateles. Al final, recuerdo la llegada a la finca de aquellos dos torazos de sangre Guateles: "Sorpresa", un burraco impresionante y "Desgreñado", aquel toro acapachado que a D. José no le gustaba para nada pero que a la postre sería el que mayores alegrías darían a la casa Ortega Sanchez.
amigo Paco Guerrero.... y es así como volvía a entrar en Los LLanos, con la misma ilusión que Doña Salud me enseñaba dentro de una cajita de cartón con todo el cariño del mundo aquel jersey amarillo que llevaba Gerardo en aquella película de Hombres G junto a su primo David Summers. El Gerardo que me encontré después del paso de los años nada tiene que ver con aquel que empezó con la ganadería que su padre le cedió. Como el mismo cuenta en la entrevista a Huelva Información (No tiene desperdicio y os dejo el enlace aquí y mas abajo), el paso del tiempo, la soledad del campo y sus toros lo han forjado en el hombre que es hoy. Un ganadero cabal, con las ideas claras, sabiendo los terrenos que pisa y donde quiere ir. Un GANADERO con principios y una persona humilde...pero sin ser gilipollas.
Agradecer a Paco Guerrero la invitación. Ya no sé cuantas deudas tengo con el. Y sobre todo agradecer a Gerardo Ortega el abrirme las puertas de su casa, el trato recibido, y todo lo que pude aprender de el en una mañana que sin duda quedará para el recuerdo... como tantos y tantos recuerdos se me vinieron a la cabeza al pasar la cancela de Los Llanos. Ver a esos torazos burracos era como volver a Sorpresa por los cerrados de El Partido. La finca es un auténtico espectáculo para la vista, cuidada personalmente al mas mínimo detalle por el ganadero que solo cuenta con una sola persona para ayudarle en el el devenir diario con el bravo. E incluso volví a reencontrarme con Desgreñado, que desde una de las paredes del salón personal de Gerardo parecía coincidir conmigo en lo mucho que nos habíamos echado de menos todos estos años.
MIL GRACIAS PACO. MIL GRACIAS GERARDO ORTEGA, GANADERO DE TOROS BRAVOS.
Reportaje y Entrevista de Paco Guerrero en Huelva Información
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